jueves, 19 de mayo de 2016

MUNICIPIO DE EDAM - VOLENDAM, Países Bajos

Paseando bajo la lluvia

Cuando estuve en Ámsterdam fuimos a visitar Edam-Volendam, aunque debido a la lluvia, no pudimos disfrutar mucho, y por culpa de ella, tampoco pude ver muchos de los lugares que tenía en mente.  Me hubiese encantado poder ver algunas de las infraestructuras que los holandeses han construido, y están construyendo para poder evitar próximas inundaciones, para que no les suceda lo mismo que sucedió una noche de febrero del año 1953, cuando varios diques no pudieron contener las aguas de una gran marea, acompañada de una gran tormenta, que fue la causa de que gran parte de los Países Bajos se inundaran.
Yo tenía una amiga holandesa, Corry Kaslander, nos conocimos en Barcelona en un taller de grabado, a pesar de la diferencia de edad (podría haber sido mi madre) nos llevábamos muy bien, las dos compartíamos muchas cosas y el amor por el arte. Justo, meses antes de que mi hijo se fuese a vivir a Ámsterdam murió, así qué no le pude decir que mi hijo se iba a vivir a su país. Le hubiese encantado.
Ella me contó que ese fatídico día estaba en Holanda, y que estuvo varios días viviendo en otra casa que la acogieron, sin saber nada de su familia. Afortunadamente todos ellos sobrevivieron.
Por saber que algún día puede volver a suceder algo parecido,  me siento algo intranquila por mi hijo y su novia. pero son gajes del oficio. También estuvimos en el Perú y allí habían terremotos, y qué decir de las inundaciones, desprendimientos y también algún que otro temblor de tierra, que últimamente tenemos en España.
También me hubiese gustado ver los típicos molinos de viento, lo que yo no sabía es, que dichos molinos se construyeron para drenar el agua y no para moler el trigo. En la actualidad lo hacen con bombas eléctricas.

Casas típicas del pueblo de Volendam
Donde si estuvimos fue en el municipio de Edam-Volendam, salimos de Ámsterdam con ilusión, ya que el día era claro y soleado, y nada más llegar allí se puso a llover, llovía tanto que los paraguas no nos protegían.
Así que nos metimos en la cafetería de un hotel esperando que parase. Estando allí, bajé a los lavabos y antes de entrar en ellos, vi una mesa con artículos de regalos, chubasqueros , pequeños paraguas plegables, y un plato con dinero. Todo eso estaba allí para que, si algo te gustaba, lo cogieses y dejases allí el dinero. La verdad es que me sorprendió, pensé que eso en España sería impensable, quedé maravillada por ello.


Volendam es un pueblo de pescadores muy popular en los Países Bajos y muy visitado por los turistas.
Me llamó la atención la decoración de sus viviendas, suelen poner muchos detalles en ellas. En un balcón vi un montón de muñecos de madera. La gran mayoría de las casas suelen tener grandes ventanas, con una repisa en su interior y las tienen completamente decoradas con objetos pequeños. En una viga que sobresalía de una fachada había un colección de muñecos en miniatura, y lo sorprendente es que nadie los coje. Vuelvo a decir lo mismo que he dicho antes, "aquí sería impensable".


Algunas de ellas me hacían recordar la Navidad, aunque no tenían nada que ver con los detalles navideños. Ahora mismo estoy pensando que si normalmente las suelen decorar así, en Navidad debe de ser un cuento de hadas. Les diré que me fotografíe alguna y me la manden. Después nos fuimos a visitar su vecino Edam famoso por sus quesos.

Construcción típica de los Países Bajos
El Museo de Edam la casa más antigua construida en ladrillo de Edam, se construyó alrededor del año 1530, en un principio fue una casa privada, en el año 1895 se convirtió en museo. Todo su interior es completamente original. En su interior se puede ver una bodega flotante. Se cuenta que la bodega fue construida por un capitán de barco que se perdió en el mar. 
Su casco  antiguo se encuentra amurallado y protegido por el gobierno, me pareció un pueblo muy pintoresco, bonito y muy bien conservado. 

Zuecos típicos holandeses


Esclusa que permite vencer desniveles en canales navegables.


Campanario de la iglesia de St. Nicolás en un principio era todavía más alta. En el siglo XVII sufrió varios incendios producidos por la caída de algunos rayos. Debido a ello, cuando se volvió a construir a principio del siglo XVIII se decidió reducir su tamaño. Es una de las iglesias más grandes de los Países Bajos

En la ciudad de los quesos 


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